Reseña: El Ministerio del Tiempo: El Tiempo es el que es, por Anaïs Schaaff y Javier Pascual

JUGAR con el tiempo siempre ha sido divertido. En el caso de la serie El Ministerio del Tiempo consiguieron hacerlo primero con éxito en la televisión y, hace muy poco, también han aprovechado el papel para continuar con la carrera de saltos entre épocas. La novela El Tiempo es el que es se trata de un texto cimentado en uno de los guiones desechados por el equipo de la ficción emitida por Televisión Española. Para disfrutar de esta novela no es necesario tener un conocimiento profundo sobre la serie, pero sí unas nociones básicas. 


Partamos de cero para hablar de este libro. El Ministerio del Tiempo es una subdivisión del Gobierno de España que se encarga de mantener inalterado el transcurso de la historia española tal y como se escribió en su tiempo. Cuando el ente detecta algún intento de cambio en la historia, una de las patrullas del Ministerio viaja a través de sus puertas temporales a la época concreta para reparar aquello que se haya intentado alterar. Amelia Folch, Alonso de Entrerríos y Julián Martínez conforman la patrulla protagonista de la obra que firman Schaaff y Pascual, que se divide en tres misiones (poco se puede contar de la triple operación que realiza la patrulla en estas páginas sin avanzar datos reveladores que surgen conforme avanza la lectura).

Para alguien que está bastante familiarizado con el imaginario de esta serie, El tiempo es el que es funciona como un elemento que complementa a la perfección con la ficción original. Es más, esta obra llegó en un momento en el que la continuidad de El Ministerio del Tiempo en televisión se encontraba en la cuerda floja. El libro abría una brecha perfecta para, de no haber renovación televisiva, continuarla en papel. O, ahora que la tercera temporada tiene por fin luz verde, de crear un imaginario paralelo en formato libro, como ha sucedido, por ejemplo, con el universo de Harry Potter. 

Puede que para alguien virgen en El Ministerio del Tiempo sea más complicado acercarse a esta novela (puesto que, a grandes rasgos, no deja de introducirse en el marco del fanfic), pero no será difícil prendarse del mundo de los viajes en el tiempo. Las nociones son muy sencillas: una de las primeras mujeres en ir a la universidad en la Barcelona del siglo XIX, un soldado de los Tercios de Flandes en el siglo XVI y un enfermero madrileño del siglo XXI convocados a las filas del Ministerio del Tiempo para impedir que la historia deje de ser como es. 

Si El Ministerio del Tiempo ya ha congregado a una comunidad sólida, como ha sucedido en otros países con otras ficciones, es hora de que los seguidores de esta serie también disfrutemos de más cosas como El Tiempo es el que es. 

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